viernes, 9 de febrero de 2007

NOS SACAMOS LAS CARETAS (versión masculina)


DIEGO LEONARDI

Un tipo grande, con experiencia, prontuario, hijos y “buscando una segunda oportunidad en la vida”. Tiene tanto perfil de ganador que va a perder. Y esta bien que así sea… me aburre que se premie siempre al pobre, a la prostituta arrepentida, al provinciano naif. El voto lástima ya esta demodé, al fin y al cabo lo que nos mantiene en sintonía con el programa es aquel que nos entretiene y no el que se anda lamentando por su pasado. Pese a eso, este chico me cae bien. Porque es espontáneo, dentro de cierto autocontrol que debe haber heredado de sus años de presidiario. Pero es copado, se engancha en las jodas y le pone onda. A menos que destape ese necesario control y empiece a ir al choque, lo veo en la final fácilmente aunque no como ganador.

DAMIAN FORTUNATO

El incomprendido. Entró con buenas intenciones… demasiadas. El exceso de confianza nunca cae bien. A veces en el afán de entablar buenas relaciones se peca de autoritario. Pero yo le creo a este chico. Y si hubiese sabido explotar un poco eso de su trabajo en el Golden y ese episodio de los 100 pesos, hubiese quedado. Porque por restarle importancia quedó como soberbio, debería haber agrandado un poco la historia, no sé, darle un vuelco más positivo que despierte interés y deje un alo de misterio. Pero no. Lo dejo pasar y perdió.

GABRIEL LAGOS
Me da pena. No por lo que hizo, sino porque no fue lo suficientemente inteligente como para hacerlo bien. Sobreestimo su capacidad de jugar estratégicamente y le salió mal. Y digo que sobreestimó porque al hacerse evidente su juego quedo sin saber que hacer. No se la esperaba. A veces la humildad no es mala compañía, sobre todo en casos como el del albañil en los que se ostenta una grandeza inexistente. A la gente no le gustó y a sus compañeros tampoco. Que disfrute estos días, porque seguramente son los últimos que le quedan en la casa.

AGUSTIN BELFORTE

Otro que se creyó más inteligente de lo que es. Al menos a él no lo sorprendió ese “Agustín traidor” y no va a faltar oportunidad de que se encargue de seducir a Mariela (la única que hasta ahora está segura de su juego, los demás a lo sumo tienen leves sospechas). Quiero que se vaya, por torpe, por intentar ser el mejor jugador y terminar siendo uno de los peores. La intención fue buena, pero se quedó en eso. Apostó íntegramente a engañar a sus compañeros, pero lo hizo mal. En cuanto lo nominen la gente lo va a sacar. Además a mi me interesa más verlo afuera enfrentándose a Damián y a Claudia que adentro haciendo estrategias tontas y evidentes.

JONATHAN DIEGUEZ

El más torpe de todos. Entro queriéndose llevar la casa por delante y termino dando los últimos manotazos de ahogado. Su estrategia empezó por acercarse a los más fuertes de la casa. Al ver que la gente de afuera castigó esa unión (con una Griselda que no se va y una Vanina eliminada prematuramente) movió sus fichas hacia el grupo que creía se había fortalecido, pero no encajaba. Buscó armar una historia de amor, que le asegure continuidad en el juego, pero también le salió mal (Male eligió al otro postulante). Ahí fue cuando empezó a hacer las cosas mal. Fallidos intentos de generar disputas entre compañeros, adquirir una postura soberbia ante la humillación y la unión con Agustín que lo terminó de hundir. No conforme con eso, ahora pretende explotar la imagen del galán, a ver si el público femenino adolescente le da el ok, pero termina hundiéndose aún más. La canción de Jessica que les pasaron la otra noche fue decisiva. Otra vez la desorientación, creyendo que debería haberla elegido a ella en vez de a Mariela. Otro pseudo romance frustrado, más soberbia después de atender el teléfono. Se esta hundiendo de a poco, si es que aluna vez escaló algo. Otro que la gente va a sacar en cuanto lo nominen, a menos que utilice la historia de su padre como justificativo de su accionar y pase de victimario a victima. Pero es una estrategia demasiado elaborada para alguien tan básico como el.

LEANDRO MALDONADO

Me cae bien por una única razón: asume su estupidez. A diferencia de Jonathan o Agustín, él sabe que no le da como para tramar cosas raras para fortalecerse. Por eso se equivoca, por eso la discusión con Male, por eso la utilización de Sebastián, por eso tanta estupidez en definitiva. Y no se justifica. Y a mi la gente que no da explicaciones me gusta. Es así… bueno, malo, tonto, infantil, cruel, etc. Pero se hace cargo y no intenta disimularlo. Pero la gente no simpatiza con los que no se hacen cargo de sus errores, por eso no le veo mucho futuro. Y una vez afuera tampoco se lo va a extrañar adentro. Es de esos que no molesta estando adentro pero que tampoco molesta que se vaya. Su único mérito es tener de su lado a la jóvenes que se sienten atraídas por el, a lo mejor el voto hormonal lo salva.

JUAN EXPOSITO

Es una versión masculina pero mejorada de Silvina. Porque el no da bronca que sea tan nada, da pena. No aporta mucho es cierto, pero al menos le sirve de segundo a Griselda en las jodas. A menos que se vaya por propia voluntad no creo que dure poco. Por un lado la casa lo ve como uno de los más débiles, por eso ni se gastan en sacarlo total no va a llegar lejos. Y la gente por otro lado esta tan convencida que no va a llegar que capaz por lástima le van a dar apoyo, sobre todo si empieza a hablar de su familia y esa relación rara que tiene con el padre. Sí, tiene que dar un poco más de lástima, llorar y deprimirse. Sólo así la gente le va a dar una oportunidad.

SEBASTIAN POLLASTRO

A mí de entrada no me caía bien. Y no es nada en contra de las minorías, pero justamente por eso… entro asumiendo el papel del gay juzgado por la sociedad y jugó con eso. Tuvo grandes momentos en que lo veía finalista como cuando contó la historia del gimnasio, pero rápidamente volvió a ponerse en víctima. Es que es tan cliché todo en él que me aburre, desde las frases hechas que dice hasta el collar de perlas de plástico. Es tan estereotipo que cansa. Aunque últimamente está cambiando. Me gusta verlo protestar, discutiendo y hablando mal de los demás. Pero tiene que tener cuidado, porque el límite entre el gay criticón divertido y la loca mala es muy corto. Yo quiero al Sebastián hablando mal de Silvina que dice querer que se vaya porque no la conoce, y no al que Sebastián víctima y caprichoso que se enoja y se aleja del grupo a sentarse sólo en un sillón porque no se hace lo que el quiere con respecto al presupuesto a apostar en una prueba. Espero que sepa recorrer ese límite de la mejor manera porque me gustaría verlo en la final.

PABLO ESPOSITO

No lo entiendo. No se quien es, que hace, que opina. Pero lo peor es que tampoco interesa saber quien es, que hace o que opina. Si sigue ahí es por ser un pibe fachero pero nada más. Pudo ser un poco divertido eso de su calentura constante, pero no. Pudo ser divertida la discusión con Damián, pero no. Es que Pablo es eso, alguien que pasa desapercibido. Poco futuro le veo en la casa, con suerte termina haciendo un desnudo para papparazzi (al Gomez Rinaldi`s style) cuando salga y termine trabajando en un teatro de revista en Carlos Paz y haciendo shows eróticos con Fernanda Vives en Keops.