
Por viuda uno se imagina a la señora de la tercera edad, con pelos blancos, sentada en una silla reclinable y tejiendo una mañanita. En la casa esa imagen toma un cuerpo completamente distinto, pero no por ello se deja de transitar esa etapa.
Desde la partida se Silvina, Pablo esta elaborando un duelo abrupto y movilizador. Abrupto porque no se lo esperaba y movilizador porque lejos de deprimirse, lo sensibilizó y le dio otra visión de las cosas.
A pesar de que tanto el como ella se encargaron de decir repetidas (repetidísimas) veces, que su relación se debía a un apoyo mutuo para poder sobrellevar el juego, yo a Pablo jamás lo vi tan integrado como ahora.
Al principio el creyó que todo lo que paso no lo iba a afectar, y le restó importancia… hasta que efectivamente lo afectó. Desde ese “Uy! que duro todo esto” sentado en las reposeras al lado de la pileta la misma noche de la partida de su amada, hasta los ojos llorosos después del “estas nominado” del jueves, todo lo que le viene pasando a Pablo no hace mas que afianzarlo en el juego.
Un duelo que lo transporta a la memoria emotiva y lo lleva a momentos de melancolía, pero que solo son preparativos para momentos de tranquilidad.
Estaba en él la manera de hacer de esa etapa algo productivo. Y de a poco lo va logrando. Fue entrando en los distintos grupos, acercándose y hasta dando opiniones. Empieza a conocer a sus compañeros, y el haber estado ausente todo este tiempo le da un plus de percepción que los demás no tienen por ingenuidad. Al nos sentirse atado a ninguno, puede moverse de un lado a otro sin culpa y elaborar juicios de valor sin remordimiento.
Esto aportaría muchísimo al normal desarrollo de la casa si Pablo empezara a exteriorizar lo que piensa. Ya con Leandro se empezó a generar cierto hilo de confianza, al confesarle éste su malestar por el accionar de Jonathan. Esperemos que Pablo pierda complejos y se empiece a manejar sin tapujos, solo así pasaría de ser el caballero/sexoadicto a ser alguien tenido en cuenta adentro y popular afuera. Si en cambio elije el camino del tejido y la melancolía, no va a faltar mucho para verlo afuera.
La decisión es suya.
Desde la partida se Silvina, Pablo esta elaborando un duelo abrupto y movilizador. Abrupto porque no se lo esperaba y movilizador porque lejos de deprimirse, lo sensibilizó y le dio otra visión de las cosas.
A pesar de que tanto el como ella se encargaron de decir repetidas (repetidísimas) veces, que su relación se debía a un apoyo mutuo para poder sobrellevar el juego, yo a Pablo jamás lo vi tan integrado como ahora.
Al principio el creyó que todo lo que paso no lo iba a afectar, y le restó importancia… hasta que efectivamente lo afectó. Desde ese “Uy! que duro todo esto” sentado en las reposeras al lado de la pileta la misma noche de la partida de su amada, hasta los ojos llorosos después del “estas nominado” del jueves, todo lo que le viene pasando a Pablo no hace mas que afianzarlo en el juego.
Un duelo que lo transporta a la memoria emotiva y lo lleva a momentos de melancolía, pero que solo son preparativos para momentos de tranquilidad.
Estaba en él la manera de hacer de esa etapa algo productivo. Y de a poco lo va logrando. Fue entrando en los distintos grupos, acercándose y hasta dando opiniones. Empieza a conocer a sus compañeros, y el haber estado ausente todo este tiempo le da un plus de percepción que los demás no tienen por ingenuidad. Al nos sentirse atado a ninguno, puede moverse de un lado a otro sin culpa y elaborar juicios de valor sin remordimiento.
Esto aportaría muchísimo al normal desarrollo de la casa si Pablo empezara a exteriorizar lo que piensa. Ya con Leandro se empezó a generar cierto hilo de confianza, al confesarle éste su malestar por el accionar de Jonathan. Esperemos que Pablo pierda complejos y se empiece a manejar sin tapujos, solo así pasaría de ser el caballero/sexoadicto a ser alguien tenido en cuenta adentro y popular afuera. Si en cambio elije el camino del tejido y la melancolía, no va a faltar mucho para verlo afuera.
La decisión es suya.