viernes, 16 de febrero de 2007

EL VIUDO


Por viuda uno se imagina a la señora de la tercera edad, con pelos blancos, sentada en una silla reclinable y tejiendo una mañanita. En la casa esa imagen toma un cuerpo completamente distinto, pero no por ello se deja de transitar esa etapa.

Desde la partida se Silvina, Pablo esta elaborando un duelo abrupto y movilizador. Abrupto porque no se lo esperaba y movilizador porque lejos de deprimirse, lo sensibilizó y le dio otra visión de las cosas.

A pesar de que tanto el como ella se encargaron de decir repetidas (repetidísimas) veces, que su relación se debía a un apoyo mutuo para poder sobrellevar el juego, yo a Pablo jamás lo vi tan integrado como ahora.

Al principio el creyó que todo lo que paso no lo iba a afectar, y le restó importancia… hasta que efectivamente lo afectó. Desde ese “Uy! que duro todo esto” sentado en las reposeras al lado de la pileta la misma noche de la partida de su amada, hasta los ojos llorosos después del “estas nominado” del jueves, todo lo que le viene pasando a Pablo no hace mas que afianzarlo en el juego.

Un duelo que lo transporta a la memoria emotiva y lo lleva a momentos de melancolía, pero que solo son preparativos para momentos de tranquilidad.

Estaba en él la manera de hacer de esa etapa algo productivo. Y de a poco lo va logrando. Fue entrando en los distintos grupos, acercándose y hasta dando opiniones. Empieza a conocer a sus compañeros, y el haber estado ausente todo este tiempo le da un plus de percepción que los demás no tienen por ingenuidad. Al nos sentirse atado a ninguno, puede moverse de un lado a otro sin culpa y elaborar juicios de valor sin remordimiento.

Esto aportaría muchísimo al normal desarrollo de la casa si Pablo empezara a exteriorizar lo que piensa. Ya con Leandro se empezó a generar cierto hilo de confianza, al confesarle éste su malestar por el accionar de Jonathan. Esperemos que Pablo pierda complejos y se empiece a manejar sin tapujos, solo así pasaría de ser el caballero/sexoadicto a ser alguien tenido en cuenta adentro y popular afuera. Si en cambio elije el camino del tejido y la melancolía, no va a faltar mucho para verlo afuera.
La decisión es suya.

LA DIETA DE LA LUNA

La de Silvina Luna. Porque al parecer, nuestras chicas debido al exceso de hidratos de carbono, empiezan a perder la silueta. Si bien Marianela todavía no esta para hacer el baile del meneaito, ya se le empiezan a notar los kilitos de mas (sobre todo en la cara). Pero lejos de perjudicarla, pareciera ser que a diferencia de la sociedad, en la casa esta bien visto.

Silvina Luna entro a la casa bajo el rótulo de “la modelo”. Una bella joven rosarina, con un futuro promisorio dentro del mundo de la moda. Pero estando ahí dentro, la ansiedad fue más fuerte, y no dejo banana sin pisar con dulce de leche, ni pan untado con manteca y azúcar sin comer. De repente, aquella joven de rasgos perfectos y cuerpo escultural empezó a engordar… y a engordar… y a engordar. Ya no le entraba la ropa, y no la que llevo al principio, sino de las últimas tandas que ya mandaba a pedir un talle más. Lejos de deprimirla, la potenció y la hizo más querida y aún más deseable. Ese paso de la chica de tapa a la gordita simpática la ayudo a ser finalista. Y no sólo eso, luego fue cronista de un programa de verano donde hacia bailar a todas las señoras de malla enteriza y capelina el baile del meneaito en la Bristol. De ahí, al gimnasio y del gimnasio a ser una de las chicas Sofovich. El resto es historia conocida.

En esta cuarta edición del reality, pareciera ser que la historia se repite. Marianela Mirra entro a la casa como “la chica bien de Tucumán”. Todos coincidían en que era la más linda de las participantes. Pero era fría. No aportaba nada a la casa, y rápidamente se encerró en su mundo. Un mundo en el cual solo ingresaban Vanina y Nadia. Se perdió la oportunidad de conocer al resto de sus compañeros por estar ocupada criticándolos tirada en una cama o alguna reposera junto a sus aliadas. Nadia percibió el malestar que despertaba ese grupo tanto dentro como fuera de la casa, y por eso huyó. Marianela y Vanina cada vez se encerraban más. A Vanina la eliminan y Marianela queda a la deriva. ¿Cómo insertarse en un grupo ya consolidado? Relajándose. Se ve que fue astuta y dejo a un lado los prejuicios para acercarse al resto.

Tanto se relajo, que aumento de peso. Y bastante. Tanto como parada darle más calidez y hacerla mas querida. Después vinieron los bailes, los chistes con respecto a su ansiedad, el tatuaje de su panza que paso “de peces a ballenas” y el acercamiento a Diego (de quien al principio sentía un fuerte rechazo). Empezó a sumarse a las guerras de almohadones, a la de la crema de afeitar, y se acerco mucho a Griselda (archienemiga numero uno).

Por lo menos a mi me hizo cambiar de opinión para con su persona. Me divierte esta Marianela y empiezo a quererla dentro de la casa un tiempito más. Pese a no tener un video erótico, ni a familiares poblando los programas de la tarde hablando de ella, ni ser la novia de ningún cantante melódico… pisa fuerte. De a poco se va convirtiendo en un peso pesado como lo son un Diego, un Sebastián, una Jessica o una Griselda (Ojo, que lo de peso pesado va sin animo de segundas intenciones)